La renuncia de Benedicto XVI fue recibida con incredulidad y sorpresa en América Latina, el continente con mayor número de católicos, y donde muchos fieles consideraban lejana la posibilidad de la elección de un Papa de la región.
¿Qué virtudes se esperan del nuevo Papa? "Sobre todo debe ser simpático, no necesariamente más joven pero sí firme, fuerte para soportar los viajes y la situación que la Iglesia atraviesa estos días", responde Valdecir Gonçalves, en la fila del tren que sube a la famosa estatua del Cristo Redentor en Rio de Janeiro.
En América Latina viven cerca de 500 millones de los 1.200 millones de católicos que hay en el mundo, pese al fuerte crecimiento de las iglesias evangélicas en las últimas décadas. Brasil, con 123,3 millones de sus 194 millones de habitantes (64% de su población) y México con casi 100 millones entre sus 112 millones de habitantes (89%), encabezan la lista de países con feligresía católica, pero esta realidad demográfica no está representada proporcionalmente en el colegio cardenalicio que escogerá al próximo Papa.
De un total de 118 cardenales electores, en el último conclave solo hubo cinco brasileños y tres mexicanos. En total eran 19 cardenales latinoamericanos en edad de elegir, una cifra menor a la de 2005 cuando murió Juan Pablo II y fue electo Joseph Ratzinger, recuerda a la AFP el sociológo y experto en religiones mexicano Bernardo Barranco.
Con la mayoría europea entre los cardenales todo hacía, según Branco, suponer un Papa italiano.
Pero el Espíritu Santos pareció inclinarse a escuchar las voces como las de Luis Sánchez, un estudiante de teología: "Ya es tiempo de tener a un latinoamericano, esta es la región más católica del mundo", comentaba en las afueras de la basílica de Guadalupe en Ciudad de México,
En la Iglesia Sao Judas Tadeu del barrio Cosme Velho, en Río de Janeiro, Aparecida Suarez, de 43 años, la renuncia del papa Benedicto XVI representa "una excelente oportunidad para que Brasil pueda estar mejor representado en el Vaticano".
El nombre del cardenal argentino Jorge Bergoglio, sorprendió incluso en la región donde se citaban los nombres de otros cuatro posibles papables latinoamericanos, el salesiano hondureño Oscar Andrés Rodríguez, de 70 años y que dirige Caritás Internacional, conocido por posiciones progresistas en lo social pero conservadoras en aspectos de fe, sus posibilidades disminuyeron, según Barranco, tras su polémico apoyo al golpe de Estado en 2008 en Honduras.
También se menciona al arzobispo de Brasilia João Braz de Aviz y a Claudio Hummes, franciscano y actual Prefecto de la Congregación para el Clero en el Vaticano aunque su edad, cumplirá 80 años en 2014, le juega en contra.
El cuarto nombre en la lista era argentino, pero no Bergoglio, sino Leonardo Sandri, prefecto de la congregación para las Iglesias Orientales.
Incluso se llegó a considerar la posibilidad de un canadiense, Marc Ouellet, presidente de la comisión pontifica para América Latina y que dirigió seminarios en Bogotá y Cali (Colombia).
"Si hubiera que hablar de sorpresas tal vez podrían venir de Africa o de Canadá, como Ouellet", señala Barranco, pero no la sorpresa vino del sur.
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